¡Todo por la ingeniería informática!

Foto: El Mundo.es

Tras estudiar Formación Profesional en electrónica, comenzó su período universitario en la Politécnica y, al igual que muchos jóvenes investigadores hace décadas, se fue al aeropuerto y sacó un billete para Inglaterra: No dejó las tierras del té y del cricket hasta que no se sacó el doctorado.

Su regreso a Valladolid se produjo de manera escalonada: Tras pasar una temporada en un centro tecnológico de Mondragón, en el País Vasco, se lanzó a la gran urbe, Madrid. Allí se le abrieron las puertas de la que hoy es su empresa, Tecsidel. Y como el Parque Tecnológico de Boecillo es muy goloso, la compañía decidió abrir sucursal entre los pinos más innovadores de Castilla y León.

Entretanto, en 1993, ese 'asociacionismo gremial' echaba a andar en la mente de Canales. Impulsó y presidió las asociaciones de ingenieros en Informática de Castilla y León y Madrid, germen la primera del Colegio de Ingenieros en Informática de la Comunidad, del que actualmente es vicedecano. También la Asociación Estatal fue el principio del comienzo del Consejo General de Colegios de Ingenieros en Informática: Tras formar parte de su comité de creación, ha sido nombrado, hace pocas semanas, primer presidente de la corporación. "Ingeniería Informática es una carrera joven, de unos 30 años. En Valladolid cumple 25 ahora. No había ningún tipo de asociación ni de interlocución entre los poderes públicos y ningún sindicato nos ha apoyado", explica Canales.

Y, muchas veces, sin esa fuerza asociativa a través de la cual han logrado "muchos objetivos", pasa lo que pasa: "Hemos denunciado que nos han dejado fuera del desarrollo del Plan Bolonia, estamos discriminados".

Aunque sea director de la planta vallisoletana de Tecsidel, empresa productora de software, nunca se ha desvinculado del sector público, bien a través de colegios y asociaciones o de la Universidad de Valladolid, en la que trabaja como profesor asociado. "Hay que reconocer que la investigación pura y dura en informática se realiza sobre todo en universidades. Y, además, se emplea mucho esfuerzo con pocos resultados", expresa Canales. Porque, además, "hay poca transferencia" entre la institución docente y la empresa. [...]

Construidas las paredes y el techo, Jacinto Canales tiene un reto de futuro para el sector al que representa en toda España: Alcanzar el reconocimiento social con el que cuentan otros compañeros ingenieros.

 Fuente: El Mundo